"De este modo la narración es alegoría iluminadora de la transmutación de una fuerza peligrosa en energía útil: la fuerza es la energía universal presente en el cuerpo del hombre como el Fuego Serpentino, Kundalini o energía procreadora. Este es Fohat en el universo y Kundalini en el hombre, la universal y eléctrica energía creadora descrita por la señora Blavatsky como hallándose "cuidadosamente envainada en la espina dorsal del hombre". Allí a semejanza de la Hermosa Durmiente de la fábula renombrada, duerme a través de largas edades, con la excepción de que dos de sus capas otorgaban al hombre su facultad e impulso procreativo y su fluido nervioso.
A medida que la evolución avanza, más capas comienzan a despertar hacia la actividad. Con el tiempo, natural o adelantadamente... ha de ocurrir el amplio despertar. El fuego serpentino se divide entonces entre tres corrientes- positiva, negativa y neutra-. Estas fluyen a lo largo de tres canales en el doble etérico astral del cordón espinal, el que tiene antiguos nombres históricos en el ocultismo indú. La energía neutra asciende por el canal central que va a lo largo de la espina y se llama Sushumna, esto es "tubo". La corriente positiva de Kundalini asciende generalmente por el lado derecho y se enrolla a través del canal central a la altura de los chakras y fluye hacia el interior de las dos glándulas de la cabeza. Este canal se denomina Pingala. La corriente negativa sigue una vía espiral opuesta, llamada Ida. Los dos se cruzan uno al otro y al Sushumna en los puntos donde los tubos y vástagos de los chakras entran en la espina dorsal. Finalmente, las tres corrientes por la vía de los tres canales -y la base de ls chakras que ellas han electrificado- llegan al interior de la cabeza, vivificando ocultamente las glándulas pineal y pituitaria. La totalidad del cerebro se vuelve entonces capaz de comprender las señales superfísicas y puede traer experiencia superfísica a la despierta conciencia cerebral. Cuando todo este proceso está completo, la corriente Sushumna fluye desde el chakra Coronario en la parte alta de la cabeza, liberando a la conciencia del cuerpo, el que puede dejarse a voluntad y tomarlo nuevamente, sin interrupción alguna de la conciencia. Esta realización está simbolizada por la Resurrección del Señor Cristo, después de que la piedra -el chakra coronario y la conciencia o Ego interno, se halla libre para salir y regresar, o está "resucitado".
fragmento:EL DESPERTAR DEL ALMA
No hay comentarios:
Publicar un comentario