"... es la vieja Concordia; corazón con corazón. Eso no es igualdad, no -la igualdad es estéril-, sino que es algo que hace que se complementen lo uno con lo otro, como los dientes de un engranaje en el que van entrando los salientes de unos en los huecos que dejan los demás...
Y en ese entrar los salientes de unos en los huecos que dejan los demás, existe la posibilidad de transmitir la fuerza; fuerza espiritual, fuerza física, ¡qué más da! fuerza interior.... la fuerza interior que lleva en sus brazos la Victoria, esa Victoria final que nos espera a todos, a través de los pequeños logros; pequeños logros que deben ser cotidianos, que deben ser continuados y que nos tienen que llenar el corazón de fe y de ilusión..."
Fragmento de JORGE A. LIVRAGA RIZZI
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