"Con su voluntad y convicción el hombre puede determinar su lugar en el universo. Nada está predeterminado de antemano. El Hermes del Renacimiento trae consigo la conciencia y la necesidad de asumir la incertidumbre.
La dignidad renacentista consiste en la capacidad de recobrar esta facultad de superación interior, que permite trascender la fatalidad de las circunstancias. A la totalidad pasiva, que se reflejaba en el microcosmos, se sustituye una unicidad conquistada más allá de las diferentes fuerzas que nos constituyen. El hombre compuesto de la diversidad del universo se unifica y se transforma en un Individuo. Una conciencia unificadora capaz de armonizar en su seno la diversidad contradictoria que la compone; ya no es la suma de las partes, sino su interrelación, revelando potenciales hasta ahora ocultos.
Toda la materia y todo el espíritu de la tierra se encuentran concentrados en el hombre, microcosmos capaz de operar prodigios."
La dignidad renacentista consiste en la capacidad de recobrar esta facultad de superación interior, que permite trascender la fatalidad de las circunstancias. A la totalidad pasiva, que se reflejaba en el microcosmos, se sustituye una unicidad conquistada más allá de las diferentes fuerzas que nos constituyen. El hombre compuesto de la diversidad del universo se unifica y se transforma en un Individuo. Una conciencia unificadora capaz de armonizar en su seno la diversidad contradictoria que la compone; ya no es la suma de las partes, sino su interrelación, revelando potenciales hasta ahora ocultos.
Toda la materia y todo el espíritu de la tierra se encuentran concentrados en el hombre, microcosmos capaz de operar prodigios."
framento de: EL HERMES DEL RENACIMIENTO
Autor: Fernando Schwarz
LOS MOTORES OCULTOS DEL RENACIMIENTO
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