"El estado devachánico no es un estado de omnisciencia, sino una continuación trascendente de la vida personal que acaba de concluir. Es el descanso del alma después de las penas de la vida. El devachán es tan solo una continuación idealizada y subjetiva de la vida terrestre.
Pero existen leyes para los que ven, y leyes para aquellos que prefieren permanecer ciegos.
Habiendo negado con persistencia, durante la vida, la continuación de la existencia después de la muerte, no podrá verla; porque habiendo sido reprimidas sus facultades espirituales durante la vida, no pueden desarrollarse después de la muerte, y permanecerá ciego."
fragmento de "La Clave de la Teosofía
HELENA P. BLAVATSKY
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