Pero todo son dudas, negaciones, apostasías e indiferencia brutal en nuestra edad de cien "ismos" y ninguna religión. Todos los ídolos son rotos menos el Becerro de Oro.
"Desgraciadamente, ninguna nación ni naciones pueden escapar a su destino kármico, así como tampoco las unidades ni los individuos. La Historia misma es tratada por los llamados historiadores con tan poco escrúpulo como la tradición legendaria. Por esta causa Agustín Thierry ha hecho, amende honorable, si ha de creerse a sus biógrafos. Deploraba él el principio erróneo que hacía se extraviasen todos los llamados historiadores, y que cada cual presumiese corregir la tradición, "esa vox populi que de diez veces nueve es vox de Dei"; y finalmente admitía que sólo en la leyenda reposa la verdadera historia; pues añade:
la leyenda es tradición viviente, y de cuatro veces tres encierra más verdad que lo que llamamos Historia.
Mientras los materialistas niegan todo en el Universo excepto la Materia, los arqueólogos tratan de empequeñecer a la antigüedad y destruir todas las afirmaciones de la Antigua Sabiduría, corrompiendo la Cronología. Nuestros presentes escritores orientalistas e historiadores son para la Historia Antigua lo que las hormigas blancas para los edificios de la India. Según Michelet:
La Historia se derrumbará y se pulverizará en el seno del siglo XX, devorada hasta sus cimientos por sus analistas.
Muy pronto, en verdad, bajo sus esfuerzos combinados, participará del destino de esas ciudades arruinadas de ambas Américas, que yacen profundamente enterradas bajo bosques vírgenes intransitables, Los hechos históricos permanecerán ocultos a la vista por las selvas inextricables de las hipótesis, negaciones y escepticismos modernos. Pero, afortunadamente, la Historia real se repite; puesto que procede, como todo, por ciclos, y los sucesos deliberadamente ahogados en el mar del escepticismo moderno ascenderán y aparecerán de nuevo a la superficie.
fragmentos de DOCTRINA SECRETA -H.P. Blavatsky
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