Tu amor y tu alegría aumentarán, si vences o evitas estos obtáculos:
El primer obstáculo es la presión. El amor y la alegría se debilitan y desaparecen cuando ejerces presión sobre los demás o tratas de imponerles tu voluntad. Y aumentan en un estado de libertad.
El segundo obstáculo son los celos que quieren poseer. Actúa como un agente de fuerzas oscuras sin ser consciente. Impiden que crezca el amor y la alegría entre las personas.
El tercer obstáculo es negar la libertad a los demás. Respetar ideas, ideales de los demás. ser tolerante. Y haz que respeten las tuyas. Deja que sea libre la persona a la que amas, encuentra tu propia alegría en la libertad de esa persona. Déjala tomar sus decisiones o trazar sus planes, seguir los dictados de su conciencia o usar su libre albedrío.
El cuarto obstáculo es la tendencia a abusar de las personas y de sus bienes. El amor y la alegría se evaporan cuando existe esa tendencia, porque en tu corazón anida la intención de explotar a los demás.
El quinto obstáculo es la falta de inclusividad. La inclusivdad genera relaciones humanas justas, comprensión internacional, respeto y aprecio.
El sexto obstáculo es la injusticia. El amor no florecerá en ti.El amor y la alegría florecerán cuando respetas los derechos de los demás.
El séptimo obstáculo es la fealdad. Tus pensamientos son feos cuando son egoístas, dañinos, delictivos, separatistas, falsos, etc. Tus emociones son feas cuando son negativas y nada serias. Tus acciones y expresiones son feas cuando son destructivas, insultantes, menoscabantes y motivadas por el interés personal. La belleza resplandece bajo el amor y la alegría.
El octavo obstáculo es la falta de sinceridad. El amor y la elgría no pueden existir donde la sinceridad está ausente, cuando las actitudes son falsas respecto a otros seres. Debemos empeñarnos con todo nuestro corazón, en ser sinceros y probos con el mundo.
El noveno obstáculo es la intromisión. Atrapado en la red de los chismes. Critica, juzga e interfiere mental o verbalmente en las decisiones de los demás. Incrementa las preocupaciones y lastima a los demás.
El décimo es la crítica. Crea rechazo, el aura se endurece. Te impones sobre los demás y les impones tu personalidad. La crítica no permite que los demás efectúen sus pruebas y tengan sus experiencias. El amor y la alegría no pueden crecer y expandirse en una atmósfera en la que haya crítica. Cuando lastimas a alguien, lastimas tu amor y tu alegría.
El undécimo es la negligencia y el orgullo. La negligencia genera irresponsabilidad. El amor y la alegría no pueden existir en una atmósfera contaminada por debilidades y vicios humanos. El orgullo es separatista. El amor es totalizador. El orgullo menoscaba. El orgullo rechaza toda alegría y todo amor. El amor y la alegría defienden la belleza y el interés de los demás.
El duodécimo es el apego: No podemos aferrarnos, sólo puedes perpetuar tu amor y alegría, desapegándote. El amor aumenta cuando lo das y dejas que las personas amen lo que ellas quieren. Incrementas tu alegría incrementando la alegría pura de los demás. Encuentras tu Verdadero Ser cuando eres amor y alegría.
Torkom Saraydarian
fragmentos: ALEGRÍA Y CURACIÓN
No hay comentarios:
Publicar un comentario