"Aquí me tienes , ¡oh Lucio! conmovida por tus súplicas, yo, la reina de la naturaleza, soberana de todos los elementos, principio y origen de los siglos, suprema entre las divinidades, reina de los Manes, primera entre los moradores del cielo, faz uniforme de los dioses y de las diosas. Yo, que gobierno a mi voluntad las resplandecientes cimas del cielo, las saludables brisas del mar, los silencios lúgubres de los infiernos. Mi divinidad, aunque única, es venerada por todo el orbe bajo diversas formas, ritos diversos y bajo nombres distintos... Pero aquellos que son iluminados por los rayos primerizos del sol cuando éste surge por el Oriente y sus rayos en declive cuando agoniza por Occidente, las dos Etiopías así como los Egipcios, conocedores de las antiguas creencias, honrándome con un culto que me es propio, me llaman por mi verdadero nombre, el de reina Isis. Aquí me tienes, compadecida de tus desgracias, aquí me tienes solicita y propicia. Deja a un lado tus llantos; abandona tus lamentaciones; depón tu tristeza; he aquí que, gracias a mi providencia, amanece para tí el día de la salvación; por consiguiente, presta solícita atención a lo que te voy a decir.
El día que va a seguir a esta noche me lo tiene dedicado a mi nombre una inmemorial tradición religiosa; una vez apaciguada las tempestades invernales, mitigadas las procelosas olas y hecho de nuevo navegable el mar, mis sacerdotes, al tiempo que me ofrendan una embarcación recién construida, me consagran las primicias de la navegación. Esta festividad deberás aguardarla sin preocupación y sin pensamientos profanos.
En efecto, el sacerdote, siguiendo una indicación mía, durante la misma procesión llevará en su mano derecha, una corona de rosas atada al sistro. Con decisión y abriéndose paso entre la muchedumbre, asóciate a la comitiva confiado en mi benevolencia, y cuando estés junto al sacerdote, como si te dispusieras a besar dulcemente su mano, mordisquea sus rosas y despójate al instante de esa piel de animal que me es desde hace ya tanto tiempo tan odiosa.
fragmentos: ASNO DE ORO de Apuleyo (contiene el Mito de Psique y Cupido)
El autor: Apuleyo era filósofo platónico (s.II d.C.) africano, abogado brillante, viajero empedernido, escritor en prosa y verso, mago, iniciado en varios cultos mistéricos.
Cultivo las 9 Musas. Por todas partes frecuentó la compañía de filósofos, magos, astrólogos.
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