El arquetipo Dionisos tiene potenciales positivos y negativos muy poderosos, que despiertan sentimientos más etéreos y básicos, y crean conflictos en la psique y en la sociedad.
Una de las imágenes con las que se representa a Dionisos es la del niño divino. Cuando una persona entra en contacto con el arquetipo del niño divino, a menudo presagia el comienzo del viaje espiritual de un adulto o el camino de la individuación.
Es el arquetipo de los opuestos intensos. Sentimientos extremos e intensos. Tendrá una disposición hacia los estados alterados de conciencia. El mundo invisible le resulta familiar y fascinante.
Con un ego fuerte y estable, el arquetipo Dionisos aporta amplitud y profundidad a los sentimientos y aumenta la posibilidad de tener experiencias emocionales cumbre, a la vez que intensifica las reacciones erótico-espirituales y físicas. "Estar en la cruz" entre dos tendencias opuestas es una aflicción común para un hombre Dionisos.
Dionisos está presente en algunas mujeres que encarnan el arquetipo de la sacerdotisa como mediadora entre dos mundos. Funcionan como la Morgana de Marion Zimmer en Las Nieblas de Avalon.
El trabajo psicológico que ha de realizar un hombre o una mujer para crecer es más complejo que otros porque el arquetipo es más complicado. Se requiere un ego observador y aceptador, desarrollar otras fuerzas
Dionisos ha de dejar atrás su identificación con el niño divino y el eterno adolescente y convertirse en el héroe. Ha de afrontar los peligros del mundo subterráneo y emerger con su ego intacto y fortalecido por el encuentro.
Hallar a Ariadna: sólo cuando crea un vínculo con una persona a la que también ama cuando no hace el amor con ella, el hombre Dionisos puede dejar de ser el amante arquetípico para entablar una relación personal.
Hay un dios ausente entre los olímpicos; el hijo de Metis y de Zeus, cuyo nacimiento fue anunciado y que se suponía habría de sustituir a su padre Zeus para gobernar con amor. Para que pueda nacer, Metis -sabiduría femenina (la madre sabia)- tendría que volver a resurgir en la cultura occidental y en nuestra conciencia.
fragmentos de LOS DIOSES DE CADA HOMBRE
Jean Shinoda Bolen
+++
"De Dionisos se decía que era el Dios del entusiasmo. Esta palabra se compone de En-Theos, Dios-en-Nosotros, Dios cuando entra en uno mismo. Por lo tanto Dionisos tenía la particularidad de conseguir que el hombre sintiera a Dios dentro de sí, no que lo pensara, no que viera una imagen, no que escuchara un nombre, sino que se sintiera totalmente transportado por esa posesión del Dios.
Dionisos entraba en los seres humanos a través del canto, de la danza, a través de los instrumentos, de las palabras, del recitado, del ritmo, y los seres humanos se sentían totalmente transportados.
Dionisos el renacimiento de la vida y el sentimiento divino, del entusiasmo de la vida, de la fertilidad del renacimiento perpetuo"
Fragmento de un artículo de
DELIA S. GUZMAN
"De Dionisos se decía que era el Dios del entusiasmo. Esta palabra se compone de En-Theos, Dios-en-Nosotros, Dios cuando entra en uno mismo. Por lo tanto Dionisos tenía la particularidad de conseguir que el hombre sintiera a Dios dentro de sí, no que lo pensara, no que viera una imagen, no que escuchara un nombre, sino que se sintiera totalmente transportado por esa posesión del Dios.
Dionisos entraba en los seres humanos a través del canto, de la danza, a través de los instrumentos, de las palabras, del recitado, del ritmo, y los seres humanos se sentían totalmente transportados.
Dionisos el renacimiento de la vida y el sentimiento divino, del entusiasmo de la vida, de la fertilidad del renacimiento perpetuo"
Fragmento de un artículo de
DELIA S. GUZMAN
No hay comentarios:
Publicar un comentario