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Uno de  los  Maestros  dijo  que,  en  el  mundo  de  hoy,  donde  se  encuentran  tan  pocos  que  tengan   deseos   desinteresados  p...

martes, 27 de diciembre de 2016

Cristianismo Esotérico-Annie Besant




De Jámblico, el gran teúrgico de los siglos III y IV de nuestra Era, puede aprenderse mucho acerca del objeto de los Misterios. La teurgia era magia, "la última parte de la ciencia sacerdotal" (6), y se practicaba en los Grandes Misterios para evocar la aparición de seres superiores. La teoría en que se fundaban estos Misterios, puede exponerse en breves palabras. Existe UNO, anterior a todos los seres, inmutable, que mora en la soledad de su propia unidad. De AQUELLO arranca el Dios Supremo, el Engendrado por Si Mismo, el Bien, el Origen de todas las cosas, la Raíz, el Dios de Dioses, la Causa Primera que se desenvuelve en luz (7). De El surge el Mundo Inteligente o universo ideal, a que pertenece la Mente Universal, el Nous, y los Dioses incorpóreos e intelectuales. De El procede el Alma del Mundo, a la cual corresponden las “formas divinas intelectuales que están presentes en los cuerpos visibles de los Dioses" (8) . Luego siguen varias jerarquías de seres sobrehumanos: Arcángeles, Archones (Gobernantes) o Cosmocratores, Ángeles, Demonios, etc. El hombre es un ser de un orden inferior, cuya naturaleza está relacionada con aquellos, a los cuales es capaz de conocer; este conocimiento se adquiría en los Misterios y conducía a la unión con Dios (9). 

Estas doctrinas se explicaban así en los Misterios: "la emanación de todas las cosas del Uno, su vuelta hacia el Mismo, y la completa dominación de El" (10) . Además, aquellos Seres eran evocados y aparecían algunas veces para enseñar, otras para elevar y purificar con Su mera presencia. "Los Dioses -dice Jámblico-, benévolos y propicios, comunican su luz a los teúrgicos con profusión no envidiada, atrayendo sus almas, procurando unirlos a sí y acostumbrándoles, aun viviendo en el cuerpo, a separarse de él y a dirigirse hacia su eterno principio inteligente" (11). Porque "teniendo el alma una vida doble, la una en unión con el cuerpo y la otra separada de él" (12) , es de todo punto necesario conocer el modo de separarla, a fin de que así pueda unirse con los Dioses por medio de su parte intelectual y divina, y aprender los genuinos principios del conocimiento y las verdades del mundo de la inteligencia (13) . "La presencia de los Dioses nos comunica, realmente, la salud del cuerpo, la virtud del alma, la pureza de la inteligencia y, en una palabra, eleva todo nuestro ser a su naturaleza propia. Exhibe lo que no es cuerpo como cuerpo a los ojos del alma, por medio de los del cuerpo" (14) . Cuando aparecen los Dioses el alma obtiene "la libertad de las pasiones, una perfección trascendental, y una energía más excelente en todos conceptos, participando del amor divino y de una alegría inmensa" (15) . De este modo alcanzamos una vida divina y nos hacemos divinos en realidad (16) . El punto culminante de los Misterios era la conversión del Iniciado en un Dios, ya fuese por la unión con un Ser divino fuera de él, ya por la realización del Yo divino en él. Esto se llamaba éxtasis, estado al cual el Yogi llamaría Samadhi elevado, para lo cual ha de hallarse el cuerpo grosero en estado de trance, efectuando entonces el alma libertada su unión con el Gran Ser. El "éxtasis no es una facultad, sino un estado del alma, en el cual se transforma de tal modo, que percibe lo que antes estaba oculto para ella. Tal estado no será permanente hasta que nuestra unión con Dios sea irrevocable; aquí, en la vida terrestre, el éxtasis no es más que un relámpago... el hombre puede dejar de ser hombre y convertirse en Dios; pero no puede ser Dios y hombre al mismo tiempo" (17). Plotino declara que había alcanzado este estado, "pero sólo tres veces por entonces." Proclo enseñaba también que la única salvación del alma era volver a su forma intelectual, con lo que escapa del "círculo de generación y del mucho vagar", y alcanza el verdadero Ser: "la energía simple y uniforme del período de identidad, en vez del período de excesivo y vago movimiento que se caracteriza por la diferencia." Esta es la vida que buscaban los iniciados por Orfeo en los Misterios de Baco y Proserpina, y éste es el resultado de la práctica de las virtudes purificadoras o catárticas (18). 9 Tales virtudes eran necesarias pata los Misterios Mayores, porque se referían a la purificación del cuerpo sutil, en el que actuaba el alma cuando se hallaba fuera del cuerpo grosero. Las virtudes políticas o prácticas pertenecían a la vida ordinaria del hombre, y hasta cierto punto se exigían antes que pudiera ser candidato para una Escuela como la que se ha descrito. Luego venían las virtudes catárticas, por cuyo medio el cuerpo sutil, el de las emociones y de la mente inferior, era purificado; en tercer lugar, lo intelectual, perteneciente al Augoeides, o la forma de luz del intelecto; después lo contemplativo o paradigmático, por medio de lo cual se realizaba la unión con Dios. Porfirio escribe: “Aquel que actúa con arreglo a las virtudes prácticas, es un hombre digno; pero aquel que actúa con arreglo a las virtudes purificadoras, es un hombre angélico o también un buen demonio. Aquel que actúa con arreglo a las virtudes intelectuales tan sólo, es un Dios; pero aquel que actúa con arreglo a las virtudes paradigmáticas, es el Padre de los Dioses" (19). Dábase también mucha instrucción en los Misterios por medio de las jerarquías de arcángeles y otras; y de Pitágoras, el gran maestro, que fue iniciado en la India, y que dio el "conocimiento de las cosas que son" a sus discípulos juramentados, se dice que poseía tal conocimiento de la música, que la podía emplear para el dominio de las pasiones más salvajes del hombre y para el esclarecimiento de sus mentes. De esto presenta Jámblico ejemplos en su Vida de Pitágoras. Parece probable que el título de Theodidaktos dado a Amonio Saccas, el maestro de Plotino, se refería menos a la sublimidad de sus enseñanzas que a la instrucción divina que recibió en los Misterios. Algunos de los símbolos que se usaban son explicados por Jámblico (20), el cual recomienda a Porfirio que aparte de su pensamiento la imagen de la cosa simbolizada y procure alcanzar su significado intelectual. Así, "cieno" significaba todo lo que era corporal y material; el "Dios sentado sobre el loto" significaba que Dios trascendía el cieno y el intelecto simbolizado por el loto, y estando sentado, se hallaba establecido en Si Mismo. Si se le presentaba "navegando en un barco", implicaba Su gobierno sobre el mundo, y así sucesivamente (21) . Respecto de este uso de símbolos Proclo observa que "el método de Orfeo tenía por objeto revelar cosas divinas por medio de símbolos, método común a todos los escritores de cosas divinas" (22) La Escuela pitagórica en la Gran Grecia, fue cerrada hacia el final del siglo VI antes de Cristo, debido a la persecución del poder civil, pero existían otras comunidades que conservaban la tradición sagrada (23). Mead declara que Platón la acomodó a la inteligencia, a fin de ponerla a cubierto de una profanación mayor, y que los ritos eleusinos conservaron algunas de sus formas, aunque habían perdido su sustancia. "Los neo-platónicos fueron los herederos de Pitágoras y de Platón, y sus obras deben ser estudiadas por todos los que quieran comprender algo de la grandeza y hermosura guardada en los Misterios para el mundo. La misma Escuela pitagórica puede servir como tipo de la disciplina que se imponía. Sobre este punto, Mead, da muchos pormenores interesantes (24), y observa que: "Los autores de la antigüedad están de acuerdo en que esta disciplina había logrado producir los más altos ejemplares, no sólo de castidad y purísimos sentimientos, sino también de una sencillez de maneras, de una delicadeza y de una afición a propósitos serios que nadie ha igualado jamás. Esto es admitido hasta por los escritores cristianos." Los discípulos de la escuela externa hacían vida común de familia, y a ellos se refiere la cita anterior. En la escuela interna había tres grados: el primero, de oyentes, que estudiaban durante dos años en silencio, haciendo cuanto podían para profundizar la enseñanza; el segundo, 10 de matemáticos, que aprendían geometría y música, y la naturaleza del número, de la forma, del color y del sonido; el tercer grado era de físicos, a quienes se enseñaba la cosmogonía y la metafísica. De aquí se pasaba a los verdaderos Misterios. Los que aspiraban a ingresar en la escuela, debían tener "reputación intachable y ánimo contento." La gran identidad entre los métodos y los objetivos perseguidos en estos diversos Misterios y los de Yoga en la India, es cosa patente, para el observador más superficial. No debe suponerse por esto que las naciones de la antigüedad obtuviesen sus conocimientos de la India; todas los adquirían por igual de la fuente única, la Gran Logia del Asia Central, la cual enviaba sus Iniciados a las diferentes naciones. Todos ellos enseñaban la misma doctrina, y seguían sistemas idénticos, conducentes a los mismos fines. Pero existían frecuentes comunicaciones entre los iniciados de los diversos países, y un lenguaje y un simbolismo comunes. Así Pitágoras vivió entre los indos, recibiendo una elevada cultura; y más tarde siguió sus pasos Apolonio de Tiana. También fueron completamente indas, así en la forma como en el fondo, las últimas palabras de Plotino: "Ahora procuro retrotraer mi Yo interno al Yo Todo" (25)



CRISTIANISMO ESOTERICO de Annie Besant
fragmentos recogidos de:

http://www.logiamdblavatsky.com/resources/CRISTIANISMO%20ESOT%C3%89RICO.pdf

domingo, 25 de diciembre de 2016

CRISTIANISMO ESOTERICO- ANNIE BESANT

Después de haber visto que las religiones del pasado proclaman a una tener un lado oculto o ser guardianes de "Misterios", y que tal afirmación aparece certificada por los más grandes hombres, al buscar la iniciación, procede investigar ahora si el Cristianismo se halla fuera de este concepto de religiones, y si es la única que no tiene una Gnosis, ofreciendo al mundo sólo una creencia sencilla y no un conocimiento profundo. Si así fuese, sería, a la verdad, un hecho triste y lamentable, que probaría que el Cristianismo estaba destinado únicamente para una clase y no para todos los tipos de seres humanos. Pero que esto no es así, lo podemos demostrar fuera de toda posibilidad de duda racional. De esta prueba tiene el Cristianismo grandísima necesidad en estos tiempos, porque la flor misma de la Cristiandad está pereciendo por falta de conocimiento. Si la enseñanza esotérica pudiera restablecerse y conquistar estudiantes pacientes y ardorosos, no tardaría mucho sin que lo oculto fuese también restaurado, Los discípulos de los Misterios Menores se convertirían en candidatos a los Mayores, y con la reaparición del conocimiento, se lograría otra vez la autoridad de la enseñanza. Y, verdaderamente, la necesidad es muy grande, pues contemplando el mundo que nos rodea, vemos que la religión en Occidente está sufriendo por la dificultad misma que teóricamente debía esperarse encontrar. Habiendo perdido el Cristianismo su enseñanza mística y esotérica, va viendo desaparecer su influencia sobre gran número de las personas más altamente educadas, coincidiendo la vivificación parcial de los últimos años con la restauración de algunas enseñanzas místicas. Es cosa evidente para todo el que haya estudiado los últimos cuarenta años del siglo que ha terminado, que mucha gente moral y pensadora ha abandonado las iglesias porque las enseñanzas que en ellas recibían, eran un ultraje para su inteligencia y pugnaban con su sentido moral. Es inútil suponer que el muy extendido agnosticismo de esta época tuviese sus raíces en la falta de moralidad o en una deliberada perversión de la mente. Todo el que estudie con atención los fenómenos indicados, convendrá en que personas de gran inteligencia se han alejado del Cristianismo por la rudeza de las ideas religiosas que les eran expuestas, por las contradicciones entre las autoridades de la enseñanza, por los puntos de vista acerca de Dios, del hombre y del universo, que ningún entendimiento educado podía admitir. Ni es posible tampoco sostener que una degradación, de cualquier clase que se suponga, fuese la causa fundamental de la rebelión contra los dogmas de la Iglesia. Los rebeldes no eran demasiado malos para su religión; al contrario, la religión era la que resultaba demasiado mala para ellos. La rebelión contra el Cristianismo popular era debida al despertar y al desarrollo de la conciencia; la conciencia era la que se revolvía, así como la inteligencia, contra enseñanzas que deshonran a Dios y al hombre igualmente; que presentan a Dios como un tirano y al hombre como esencialmente malo, obteniendo la salvación por medio de una sumisión servil. La razón de esta rebeldía se halla escondida en el gradual rebajamiento de las enseñanzas cristianas para llegar a la llamada sencillez, con objeto de que los más ignorantes pudieran comprenderlas. Los protestantes afirmaban muy alto que no debía predicarse más que aquello que pudiesen comprender todos; que la gloria del Evangelio estaba en su sencillez, y que el niño y el ignorante debían ser capaces de comprenderlo y aplicarlo a la vida. Muy verdad, si con esto quería decirse que ciertas enseñanzas religiosas deben estar al alcance de todos, y que una religión fracasa si deja fuera de la esfera de su ennoblecedora influencia a los seres ínfimos, a los más ignorantes, a los más pobres. Pero falso, completamente falso, si con esto se quiere significar que la religión no tiene verdades inaccesibles a la ignorancia, que es tan pobre y limitada que no tiene nada que enseñar que no esté por encima de las mentes rudas o de la estrechez de miras de la moralidad degradada. Falso, fatalmente falso, si tal es el sentido; pues a medida que esta opinión se extiende, ocupando los púlpitos y resonando en las iglesias, muchos seres nobles, cuyos corazones se han desgarrado al romper los lazos que les unían a su creencia primera, se retiran de los templos y dejan que su sitio sea ocupado por los hipócritas y los ignorantes. Pasan a un estado de agnosticismo pasivo, o, si son jóvenes y entusiastas, de agresión activa, no creyendo que pueda ser lo más elevado lo que así ofende al entendimiento y la conciencia, y prefiriendo la honradez de un descreimiento manifiesto, a la mistificación de la inteligencia bajo la férula de una autoridad en que no reconocen nada de divino. Al estudiar así el modo de pensar del tiempo presente, comprenderemos que la cuestión de una enseñanza oculta relacionada con el Cristianismo, es de vital importancia. ¿Ha de sobrevivir el Cristianismo como la religión de Occidente? ¿Deberá existir en los siglos futuros y continuar desempeñando su papel en la formación del pensamiento de las razas occidentales en evolución? Si es así, tiene que recobrar el conocimiento que ha perdido y poseer de nuevo sus enseñanzas místicas y ocultas; debe presentarse otra vez como un instructor competente de verdades espirituales, investido de la única autoridad que vale algo: la autoridad del conocimiento. Sí estas enseñanzas vuelven a obtenerse, su influencia se verá pronto en manifestaciones más amplias y profundas de la verdad; los dogmas que ahora aparecen como cascarones vacíos, sirviendo sólo de grillos, volverán a ser presentaciones parciales de realidades fundamentales. En primer término, el Cristianismo Esotérico será restaurado en el "Lugar Santo" del Templo, en forma que todo el que sea capaz de recibirlo, pueda seguir la dirección de su pensamiento público; y en segundo término, el Cristianismo Oculto descenderá de nuevo al Adytum, residiendo detrás del Velo que encubre el "Santuario de los Santuarios", donde sólo el Iniciado puede penetrar. Entonces volverá a estar la enseñanza oculta al alcance de los que sean calificados para recibirla conforme a las antiguas reglas, de los que en estos tiempos estén dispuestos a someterse, a las exigencias impuestas a los que deseaban conocer la realidad y verdad de las cosas espirituales. Volvamos a la historia una vez más para ver si el Cristianismo era la única religión que no tenía enseñanza interna, o si era igual a las demás por la posesión de este tesoro oculto. Esta es una cuestión de prueba, no de teoría, y debe decidirse por la autoridad de los documentos existentes, y no por el mero ipse dixit de los cristianos modernos. Como hecho positivo tenemos que tanto el "Nuevo Testamento" como los escritos de la Iglesia primitiva, hacen idénticas declaraciones respecto a la posesión de tales enseñanzas, mostrándonos la realidad de la existencia de los Misterios -llamados los Misterios de Jesús o los Misterios del Reino-, las condiciones que se imponían a los candidatos, algo acerca de la naturaleza general de las enseñanzas que se daban, y otros detalles. Ciertos pasajes del "Nuevo Testamento" permanecerían por completo obscuros, si no fuese por la luz que sobre ellos arrojan las declaraciones definidas de los Padres y Obispos de la Iglesia; pero ¿con esa luz se hacen claros e inteligibles?  A la verdad, hubiera sido extraño que fuera de otro modo, si consideramos la estructura del pensamiento religioso que influyó sobre el Cristianismo primitivo. Emparentada con los hebreos, los persas y los griegos, matizada por las creencias aún más antiguas de la India, profundamente dotada de color por el pensamiento sirio y egipcio, esta última rama del gran brote religioso no podía menos que volver a afirmar las antiguas tradiciones, y poner al alcance de las razas occidentales todo el tesoro de las enseñanzas arcaicas. "La fe, un tiempo dada a los santos", hubiese sido ciertamente privada de su principal valor, si al ser transmitida al Occidente, se hubiera reservado la perla de la enseñanza esotérica. El primer testimonio que debe examinarse es el del "Nuevo Testamento". Para nuestro objeto podemos prescindir de las enfadosas cuestiones sobre interpretaciones y autores, que corresponden de lleno a los eruditos. La crítica docta tiene mucho que decir respecto de la edad de los manuscritos, la autenticidad de los documentos y otros puntos; pero nosotros no tenemos para qué ocuparnos de esto. Podemos aceptar las Escrituras canónicas, por lo que respecta a las creencias de la Iglesia primitiva sobre las enseñanzas de Cristo y de sus discípulos inmediatos y ver lo que dicen acerca de la existencia de una enseñanza secreta comunicada tan sólo a los pocos. Una vez examinadas las palabras que se ponen en boca del mismo Jesús, consideradas por la Iglesia de autoridad suprema, estudiaremos los escritos del gran apóstol San Pablo; luego nos ocuparemos en las declaraciones hechas por los herederos de la tradición apostólica, que guiaron la Iglesia durante los primeros siglos. A lo largo de esta línea no interrumpida de tradiciones y de testimonios escritos, puede hacerse la afirmación de que el Cristianismo tenía un lado oculto. Veremos, además, que puede seguirse el rastro de los Misterios Menores de interpretación mística a través de los siglos sucesivos, hasta llegar a los comienzos del XIX, y que, aun cuando no quedaron Escuelas de Misticismo, preparatorias de la Iniciación, después de la desaparición de los Misterios, sin embargo, de tiempo en tiempo hubo grandes místicos que alcanzaron los estados inferiores del éxtasis, por medio de sus propios esfuerzos sostenidos, ayudados indudablemente por Instructores invisibles. Las palabras del Maestro mismo son claras y definidas, y fueron, según veremos, citadas por Orígenes, haciendo referencia a la enseñanza secreta conservada en la Iglesia. "Y cuando estuvo solo, los que estaban cerca de El con los doce, le preguntaron sobre la parábola y El les dijo: “A vosotros es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, todas las cosas se les comunican por parábolas." y más adelante: "Con muchas de estas parábolas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. Y sin parábola no les hablaba; y cuando estaban solos, El explicaba todas las cosas a sus discípulos" (1). Nótense las significativas palabras "cuando estaban solos" y la frase "aquellos que están fuera." Lo mismo sucede en la versión de San Mateo: "Jesús despidió a la multitud y entró en la casa, y sus discípulos con El." Estas enseñanzas dadas "en la casa", el significado más íntimo de sus instrucciones, se decía que eran transmitidas de maestro a maestro. El evangelio da, según puede observarse, las explicaciones místicas alegóricas, lo cual hemos llamado nosotros los Misterios Menores, pero el sentido más profundo se decía que sólo se daba a los Iniciados. Además, aun a Sus mismos apóstoles dice Jesús: "Tengo todavía muchas cosas que deciros; mas ahora no las podéis llevar" (2). Algunas de ellas las dijo probablemente después de Su muerte, cuando fue visto por Sus discípulos, "al hablar de cosas pertenecientes al reino de Dios" (3). Ninguna de ellas fue consignada en documento público...!


CRISTIANISMO ESOTÉRICO - FRAGMENTOS
ANNIE BESANT

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jueves, 22 de diciembre de 2016

En el principio del tiempo...


La imagen puede contener: noche



Hermes en el Libro de los Números dice: "En el principio del tiempo el gran Invisible tenía sus santas manos llenas de materia celeste que esparció por el infinito y, ¡oh pasmo!, se convirtió en esferas de fuego y en esferas de arcilla que, como el inquieto metal (3), se disgregaron en esferas menores que empezaron a voltear incesantemente. Y algunas, que eran esferas de fuego, se convirtieron en esferas de arcilla y las de arcilla en fuego, porque las de fuego esperaban a que llegase el tiempo de convertirse en arcilla y las otras las envidiaban en espera de convertirse en puro y divino fuego."


Cuando Dios hubo llenado sus potentes manos de cuanto en la naturaleza existe y la limita, exclamó sin abrirlas:"¡Oh tierra bendita!". Sé la madre de todo para que nada necesites. Entones abrió las manos derramando de ellas todo lo necesario para la formación de las cosas"



Hermes


fragmento de  Isis sin Velo- H.P.B.

viernes, 16 de diciembre de 2016

Existen seres Desalmados ?



  

"La inmortalidad personal es condicional, pues hay hombres "desalmados" (sin alma), según algunas enseñanzas raramente mencionadas.

Por lo tanto, el principal y más importante secreto relativo a la “segunda muerte”, fue y es en las enseñanzas esotéricas, la terrible posibilidad de la muerte del alma, esto es, su separación del ego durante la vida terrena. Es una muerte real (aunque con probabilidades de resurrección), que no deja vestigio alguno en la persona, pero que la convierte moralmente en un cadáver vivoDifícil es advertir el motivo de que estas enseñanzas se hayan mantenido hasta hoy en tan riguroso secreto, cuando tanto bien hubieran causado si se difundieran entre las masas, o por lo menos, entre los creyentes en la reencarnación. Pero así fue, y no me considero con derecho a criticar la prohibición, que por mi parte mantuve hasta ahora, con promesa de no publicar la enseñanza que se me comunicó. Pero ahora recibí licencia de proclamarla a las gentes, y revelar sus dogmas en primer término a los esoteristas; quienes, luego de comprendido en toda su entereza este dogma de la “segunda muerte”, tendrán el deber de enseñarlo a otros, y advertir a todos los teósofos del peligro que encierra.


Si su maldad es extrema, a veces queda para fines kármicos en su activo estado de Avitchi, en el aura terrestre. Entonces la desesperación sume a la personalidad desalmada en la ilimitada maldad del mítico "diablo"; y persiste en sus elementos, impregnados con la esencia de la materia, porque el mal es propio de la Materia separada del Espíritu. 


Los "inútiles zánganos" que se niegan a ser colaboradores de la Naturaleza y perecen a millones durante el manvantárico ciclo de vida; aquellos que prefieren estar constantemente sufriendo en el Avitchi bajo el imperio de la ley kármica, a desasirse "del mal", y por último los que colaboran destructoramente en la obra de la Naturaleza. Estos son hombres en extremo malvados y abyectos; pero no obstante, tan elevada e intelectualmente espirituales para todo lo que significa el mal, como los que son espirituales para el bien.



Tenemos en la Tierra dos clases de seres desalmados. Los que han perdido su Ego superior en la actual encarnación, y los que ya nacieron sin alma, por haberse separado de su Ego Superior en la vida precedente . Los primeros son candidatos al Avitchi* (el estado diametralmente opuesto al Devachan) , los otros son "Mr. Hydes", obsesores en cuerpo humano fuera de él, es decir, encarnados, ora invisibles, pero poderosos fantasmas. Tales hombres llegan a indecible grado de astucia; y sólo quienes están familiarizados con la secreta enseñanza en este punto, sospecharían que sean seres sin alma.


Sin embargo, la personalidad que a causa de vicios haya perdido su Ego superior, tiene aún esperanza de recuperarla mientras viva en cuerpo físico; y puede redimirse por la conversión de su naturaleza material. Porque un intenso dolor de contricción, un arrepentimiento sincero o una sola ardiente súplica al Ego separado, y más que nada el firme propósito de la enmienda, bastan para que de nuevo pueda volver el Ego superior. Aún no está roto por completo el lazo de unión; y si bien el Ego no es ya fácil de alcanzar, porque por la "destrucción del antahkarana" la personalidad tiene ya un pie en Myalba**, todavía no se ha apartado enteramente de la esfera de una vigorosa invocación espiritual. Esto significa sencillamente que los mismos malos pueden redimirse y detenerse en el sendero de la perdición.

* Avitchi: La vida terrestre es el único infierno que existe, para los seres humanos de este planeta. Avitchi no es un lugar, sino el estado diametralmente opuesto al Devachan.

** Myalba: Estado de Avichi en la Tierra. La vida terrestre es el único infierno que existe para los seres humanos de este planeta .  Avichi no es un lugar, sino el estado diametralmente opuesto al Devachan. Tal estado puede sufrirlo el alma, ya en el Kama Loka como despojo semiconsciente, ya en un cuerpo humano, cuando renace para sufrir el Avichi.  Nuestras doctrinas no admiten otro infierno.

"Los khous o cuerpos astrales, eran de dos clases: 1ª los justificados. es decir, los absueltos por el tribunal de Osiris, que gozaban de una segunda vida. 2ª Los culpables y condenados, que "habían de morir por segunda vez". Esta segunda muerte no los aniquilaba, sino que los condenaba a vagar de una parte a otra para tormento de los vivos. "


Fragmentos de DOCTRINA SECRETA- H.P. BLAVATSKY


Los perversos y depravados que durante la vida interceptaron con su grosera materialidad el rayo del divino espíritu y estorbaron su íntima unión con el alma, se encuentran al morir magnéticamente retenidos en la densa niebla de la atmósfera material, hasta que, recobrada la conciencia, se ve el alma en aquel lugar que llamaron Hades los antiguos. La aniquilación de estas entidades desprovistas de espíritus no es nunca instantánea, sino que a veces tarda siglos, pues la naturaleza nunca procede a saltos ni por bruscas transiciones, y los elementos constituyentes del alma requieren más o menos tiempo para desintegrarse. Entonces se cumple la temerosa ley de compensación a que llaman yin-yuan los budistas. Estas entidades son los elementarios terrestres, que los orientales designan con el alegórico nombre de "hermanos de la sombra". Su índole es astuta, ruin y vengativa, hasta el punto de que no desperdician ocasión para mortificar a la humanidad en desquite de sus sufrimientos, y antes de aniquilarse se convierten en vampiros, larvas y simuladores que desempeñan los principales papeles en el gran teatro de las materializaciones espiritistas, con ayuda de los elementales (1) genuinos, quienes se complacen en prestársela.


(1) Los cristianos llaman "diablos", "engendros de Satanás" y otros nombres por el estilo a los espíritus elementales, que no saben nada de esto, sino que son entidades de materia etérea, irresponsables y ni buenas ni malas a no ser que reciban influencia de otra entidad superior



fragmentos de ISIS SIN VELO . H.P. BLAVATSKY

El pozo iniciático de Quinta da Regaleira, en Sintra, Portugal ...


sábado, 10 de diciembre de 2016

ISIS SIN VELO -Fragmentos H.P.BLAVATSKY




Conviene anteponer unas cuantas explicaciones del plan de la obra, que en modo alguno lleva por objeto revolucionar el mundo científico ni tampoco imbuir en la mente del lector las opiniones y juicios personales de la autora, sino que más bien es un compendio de las religiones, filosofías y tradiciones del género humano en toda época, y su exégesis desde el punto de vista de las enseñanzas esotéricas, que los países cristianos no conocen ni siquiera en fragmentos que atestigüen su valía. Los infortunados filósofos de la Edad Media fueron los últimos que publicaron tratados sobre la doctrina secreta cuyo conocimiento asumían, y desde entonces, poquísimos autores se han atrevido en sus obras a ponerse enfrente de los juicios y arrostrar las persecuciones, pues tuvieron por norma no escribir para el público, sino tan sólo para quienes poseyeran la clave del lenguaje. Pero como la muchedumbre del vulgo no comprendía sus enseñanzas, los motejó a todos ellos de charlatanes y visionarios. De aquí el creciente desdén con que se ha venido mirando la nobilísima ciencia del espíritu.


La titánica lucha, hoy más empeñada que nunca, entre el materialismo y el espiritualismo, nos ha determinado con preocupación constante a recopilar en los capítulos de esta obra, como armas en arsenal, el mayor número de hechos favorables al triunfo del espiritualismo.

El materialismo de hoy, niño enfermizo y deforme ha nacido del brutal ayer, y si no le atajamos los pasos podría erigirse en nuestro dueño. Es el materialismo la bastarda progenie de la Revolución francesa, promovida por la mojigatería, la intolerancia y las persecuciones religiosas. Para evitar que se amortigüen las aspiraciones espirituales, que se desvanezca toda esperanza y se disipe la intuición que tenemos de Dios y la vida futura, es preciso dejar en completa desnudez la falsedad de la teología moderna y distinguir escrupulosamente entre la religión divina y los dogmas humanos.

Nuestra voz se levanta en pro de la libertad espiritual y en contra de toda tiranía científica o teológica.

**

"En las más antiguas tradiciones de casi todos los pueblos se descubre la misma creencia en una raza de espiritualidad superior a la actual. El manuscrito quiche Popal Vuh, publicado por Brasseur de Bourbourg, dice que el primer hombre pertenecía a una raza dotada de raciocinio y de habla, con vista sin límites, que conocía todas las cosas a un tiempo " 


Dice el texto hebreo del Génesis : "A todos los animales de la tierra y a todas las aves del aire y a cuanto se arrastra por el suelo, les di alma viviente " Génesis I, 30

Desde la más remota antigüedad enseñó la filosofía religiosa que el universo está poblado de divinos y espirituales seres de diversas razas. De una de éstas surgió con el tiempo ADAM, el hombre primitivo.

Los kalmucos y otros pueblos de Siberia describen también en sus leyendas, razas anteriores a la nuestra y dicen que aquellos hombres poseían conocimientos casi ilimitados, de lo que se engrieron hasta la audacia de rebelarse contra el Gran Espíritu, quien, para humillar su presunción y castigar su arrogancia, los encerró en cuerpos que limitaron sus facultades. Únicamente pueden salir de este encierro por medio de  perseverante arrepentimiento, de la purificación y desenvolvimiento interior."


fragmentos de H.P. BLAVATSKY
ISIS SIN VELO -TOMO I

martes, 22 de noviembre de 2016

Un encuentro entre el pasado y el futuro



El presente es una vivencia instantánea y continua que va pasando del futuro hacia el pasado, y todo lo que hacemos y todo lo que tenemos está ya en el pasado, en ese lugar extraño, en esa suerte de museo fantástico y cristalino donde las cosas no se mueven, donde no se corrompen, donde no decaen. En el pasado nos encontramos otra vez jóvenes, nos reencontramos con los seres queridos que se han muerto, buscamos las civilizaciones que nos agradan, en el pasado están todos nuestros sueños, aquellos que pudimos realizar y aquellos que no pudimos realizar. Pero por no haberlos podido realizar no es que carezcan de realidad, o sea, tienen una realidad dentro nuestro. Cada uno de nosotros tiene un gran tesoro en el pasado, no es un documento de identidad, sino que es, un ser humano. Un ser humano con todo su pasado, con todo su empuje, como una especie de muelle que le lleva hacia delante. 

El pasado y el futuro no son dicotómicos; no son tampoco contrarios de ninguna manera, sino que existe una continuidad. Pero nosotros, hombres y mujeres, estamos entre el pasado y el futuro. Estamos entre dos grandes enigmas.

Nos encontramos ahora aquí, llegados desde el fondo del pasado. 

Sabemos ante todo que la Historia no es lineal como decían los positivistas del siglo XVIII.

Vamos a pensar que la Historia de alguna manera es cíclica; y no solamente que es cíclica, sino que tiene nuevas dimensiones, nuevos recorridos, nuevas búsquedas.

Esta sinusoide se complica y se convierte más bien en una especie de espiral histórica, que si bien jamás pasa por el mismo lado y existe una progresión, es decir, un avance y una evolución, sin embargo, pasa por lugares muy cercanos en donde prácticamente las cosas no se repiten pero se asemejan mucho. las cosas se repiten de alguna manera aunque no se copien, aunque no se calquen, pero se van repitiendo dentro de una armonía universal que encadenar a los hombres, no solamente entre nosotros, sino unir las generaciones entre sí...

En el momento actual nos encontramos en una de esas curvas de la Historia, en un verdadero gozne de la Historia, en donde termina esta Edad de Piscis y en donde ya ha comenzado la Edad de Acuario  en el microciclo que corresponde a Leo. O sea, estamos en la parte más dura, en la más difícil.

Este gozne de la Historia ha roto una serie de conceptos y de creencias, pero no definitivamente. Inercia tienen todos los objetos materiales. ¿quién tendrá inercia dentro de las posiciones ideológicas? El materialismo obviamente. El materialismo es entonces el receptáculo de la inercia, de las ideas pasadas. Van guardando las ideas del siglo pasado, sin darse cuenta de que el tren de la Historia ha encarrilado de manera diferente, que ya ni está más en los carriles en que ellos creen que está. El tren de la Historia vuelve otra vez sobre sí mismo, y con él vuelven los hombres conscientes de sí mismos.


La humanidad tenía una inercia histórica ¿Cómo podemos definir esta inercia histórica? Bueno, muy fácil. Hasta hace muy poco tenía una dirección...creencias, aceptaciones que hoy ya no son válidas. O sea, la corriente de la Historia, la corriente de los hombres encadenados iba entonces en una dirección, pero ahora las leyes de la vida que rigen todas las cosas, como rigen la órbita terrestre, hace que vayamos cambiando y vayamos en otra dirección.


"En este giro de la Historia sobre sí misma, como una especie de bumerán ciclópeo, vuelve otra vez a encontrarse. Y no son hombres de vanguardia los que sustentan las ideas del siglo pasado, hoy son hombres de vanguardia los que sustentan las ideas del siglo XXI, de un siglo más descontaminado que el nuestro. Ideas que nos ayudan a sacarnos de encima muchas contaminaciones, para tener otra vez naturalidad en todas nuestras cosas. Y una de las bases de esa naturalidad es que volvamos a reencontrarnos a nosotros mismos. 


Tenemos que volver a ser otra vez nosotros mismos, quienes somos, sin vergüenza de ser lo que somos; sin vergüenza de hincar una rodilla en tierra cuando haga falta, o de hablar con Dios cuando haga falta, sin vergüenza de ninguna de esas cosas naturales, verdaderas, sin vergüenza tampoco de creer en Dios, de creer en la inmortalidad del alma; de tener el valor de hablar y de afrontar todas las voluntades.

Tenemos que volver a ser nosotros mismos de una manera natural, y el retorno de la Historia nos lleva a reencontrarnos para recrear en nosotros un hombre y un mundo nuevo y mejor.

Los mundos en donde se hicieron surgir desde los suelos esos árboles de mármol que son las columnas del Partenón; donde se elevaron las llamas pétreas de las pirámides; esos mundos donde se supieron levantar tantas cosas que hoy nos asombran, pintar tantos cuadros, hacer esas músicas que nos llenan de perlas o de lágrimas los ojos.

Tenemos que volver a esa música, a esa ciencia y a ese concepto político de unión, a una ciencia constructiva que sirva para todos, que no sea consumista, que no destruya, sino que vaya permitiendo que cada cual tenga aquello que le corresponde por naturaleza; a una religión que sea pura y que nos hable de la inmortalidad del alma, que nos diga que nos va a pasar cuando nos muramos, que nos diga de dónde venimos, dónde estábamos antes de nacer; a un arte que refleje aquello que no podemos ver.

Creemos en el espíritu, en el hombre, en las flores, en la belleza, yo creo en vosotros, vosotros en mí, todos debemos creer los unos en los otros, con fe, con confianza otra vez, para poder unirnos los unos con los otros. No estamos ni atados, ni agarrotados, somos libres, porque nuestro corazón es libre.


Dentro del corazón de cada uno de nosotros camina el hombre que vendrá mañana."


fragmentos de la Charla impartida 17/11/1979 en Madrid
"Un encuentro entre el pasado y el futuro"
por Jorge Ángel Livraga Rizzi

lunes, 14 de noviembre de 2016

LETANIA DE NUESTRO SEÑOR DON QUIJOTE

Don Quijote Fernando Rey Sancho Panza Alfredo Landa

Rey de los hidalgos, señor de los tristes,
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión;
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón.
Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad...
¡Caballero errante de los caballeros,
varón de varones, príncipe de fieros,
par entre los pares, maestro, salud!
¡Salud, porque juzgo que hoy muy poca tienes,
entre los aplausos o entre los desdenes,
y entre las coronas y los parabienes
y las tonterías de la multitud!
¡Tú, para quien pocas fueron las victorias
antiguas y para quien clásicas glorias
serían apenas de ley y razón,
soportas elogios, memorias, discursos,
resistes certámenes, tarjetas, concursos,
y, teniendo a Orfeo, tienes a orfeón!
Escucha, divino Rolando del sueño,
a un enamorado de tu Clavileño,
y cuyo Pegaso relincha hacia ti;
escucha los versos de estas letanías,
hechas con las cosas de todos los días
y con otras que en lo misterioso vi.
¡Ruega por nosotros, hambrientos de vida,
con el alma a tientas, con la fe perdida,
llenos de congojas y faltos de sol,
por advenedizas almas de manga ancha,
que ridiculizan el ser de la Mancha,
el ser generoso y el ser español!
¡Ruega por nosotros, que necesitamos
las mágicas rosas, los sublimes ramos
de laurel Pro nobis ora, gran señor.
¡Tiembla la floresta de laurel del mundo,
y antes que tu hermano vago, Segismundo,
el pálido Hamlet te ofrece una flor!
Ruega generoso, piadoso, orgulloso;
ruega casto, puro, celeste, animoso;
por nos intercede, suplica por nos,
pues casi ya estamos sin savia, sin brote,
sin alma, sin vida, sin luz, sin Quijote,
sin piel y sin alas, sin Sancho y sin Dios.
De tantas tristezas, de dolores tantos
de los superhombres de Nietzsche, de cantos
áfonos, recetas que firma un doctor,
de las epidemias, de horribles blasfemias
de las Academias,
¡líbranos, Señor!
De rudos malsines,
falsos paladines,
y espíritus finos y blandos y ruines,
del hampa que sacia
su canallocracia
con burlar la gloria, la vida, el honor,
del puñal con gracia,
¡líbranos, Señor!
Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos,
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad...
¡Ora por nosotros, señor de los tristes
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión!
¡que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón!

RUBEN DARIO

LOS MOTIVOS DEL LOBO de Ruben Dario


3 grandes enseñanzas que podemos aprender de San Francisco de Asís ...


El varón que tiene corazón de lis, 
alma de querube, lengua celestial, 
el mínimo y dulce Francisco de Asís, 
está con un rudo y torvo animal, 
bestia temerosa, de sangre y de robo, 
las fauces de furia, los ojos de mal: 
el lobo de Gubbia, el terrible lobo, 
rabioso, ha asolado los alrededores; 
cruel ha deshecho todos los rebaños; 
devoró corderos, devoró pastores, 
y son incontables sus muertes y daños. 



Fuertes cazadores armados de hierros 
fueron destrozados. Los duros colmillos 
dieron cuenta de los más bravos perros, 
como de cabritos y de corderillos. 



Francisco salió: 
al lobo buscó 
en su madriguera. 
Cerca de la cueva encontró a la fiera 
enorme, que al verle se lanzó feroz 
contra él. Francisco, con su dulce voz, 
alzando la mano, 
al lobo furioso dijo: ?¡Paz, hermano 
lobo! El animal 
contempló al varón de tosco sayal; 
dejó su aire arisco, 
cerró las abiertas fauces agresivas, 
y dijo: ?¡Está bien, hermano Francisco! 
¡Cómo! ?exclamó el santo?. ¿Es ley que tú vivas 
de horror y de muerte? 
¿La sangre que vierte 
tu hocico diabólico, el duelo y espanto 
que esparces, el llanto 
de los campesinos, el grito, el dolor 
de tanta criatura de Nuestro Señor, 
no han de contener tu encono infernal? 
¿Vienes del infierno? 
¿Te ha infundido acaso su rencor eterno 
Luzbel o Belial? 
Y el gran lobo, humilde: ?¡Es duro el invierno, 
y es horrible el hambre! En el bosque helado 
no hallé qué comer; y busqué el ganado, 
y en veces comí ganado y pastor. 
¿La sangre? Yo vi más de un cazador 
sobre su caballo, llevando el azor 
al puño; o correr tras el jabalí, 
el oso o el ciervo; y a más de uno vi 
mancharse de sangre, herir, torturar, 
de las roncas trompas al sordo clamor, 
a los animales de Nuestro Señor. 
Y no era por hambre, que iban a cazar. 
Francisco responde: ?En el hombre existe 
mala levadura. 
Cuando nace viene con pecado. Es triste. 
Mas el alma simple de la bestia es pura. 
Tú vas a tener 
desde hoy qué comer. 
Dejarás en paz 
rebaños y gente en este país. 
¡Que Dios melifique tu ser montaraz! 
?Está bien, hermano Francisco de Asís. 
?Ante el Señor, que todo ata y desata, 
en fe de promesa tiéndeme la pata. 
El lobo tendió la pata al hermano 
de Asís, que a su vez le alargó la mano. 
Fueron a la aldea. La gente veía 
y lo que miraba casi no creía. 
Tras el religioso iba el lobo fiero, 
y, baja la testa, quieto le seguía 
como un can de casa, o como un cordero. 

Literatura | blancaventura

Francisco llamó la gente a la plaza 
y allí predicó. 
Y dijo: ?He aquí una amable caza. 
El hermano lobo se viene conmigo; 
me juró no ser ya vuestro enemigo, 
y no repetir su ataque sangriento. 
Vosotros, en cambio, daréis su alimento 
a la pobre bestia de Dios. ?¡Así sea!, 
contestó la gente toda de la aldea. 
Y luego, en señal 
de contentamiento, 
movió testa y cola el buen animal, 
y entró con Francisco de Asís al convento. 



Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo 
en el santo asilo. 
Sus bastas orejas los salmos oían 
y los claros ojos se le humedecían. 
Aprendió mil gracias y hacía mil juegos 
cuando a la cocina iba con los legos. 
Y cuando Francisco su oración hacía, 
el lobo las pobres sandalias lamía. 
Salía a la calle, 
iba por el monte, descendía al valle, 
entraba en las casas y le daban algo 
de comer. Mirábanle como a un manso galgo. 
Un día, Francisco se ausentó. Y el lobo 
dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo, 
desapareció, tornó a la montaña, 
y recomenzaron su aullido y su saña. 
Otra vez sintióse el temor, la alarma, 
entre los vecinos y entre los pastores; 
colmaba el espanto los alrededores, 
de nada servían el valor y el arma, 
pues la bestia fiera 
no dio treguas a su furor jamás, 
como si tuviera 
fuegos de Moloch y de Satanás. 



Cuando volvió al pueblo el divino santo, 
todos lo buscaron con quejas y llanto, 
y con mil querellas dieron testimonio 
de lo que sufrían y perdían tanto 
por aquel infame lobo del demonio. 

Francisco y el Lobo (Cancion) - YouTube

Francisco de Asís se puso severo. 
Se fue a la montaña 
a buscar al falso lobo carnicero. 
Y junto a su cueva halló a la alimaña. 
?En nombre del Padre del sacro universo, 
conjúrote ?dijo?, ¡oh lobo perverso!, 
a que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal? 
Contesta. Te escucho. 
Como en sorda lucha, habló el animal, 
la boca espumosa y el ojo fatal: 
?Hermano Francisco, no te acerques mucho... 
Yo estaba tranquilo allá en el convento; 
al pueblo salía, 
y si algo me daban estaba contento 
y manso comía. 
Mas empecé a ver que en todas las casas 
estaban la Envidia, la Saña, la Ira, 
y en todos los rostros ardían las brasas 
de odio, de lujuria, de infamia y mentira. 
Hermanos a hermanos hacían la guerra, 
perdían los débiles, ganaban los malos, 
hembra y macho eran como perro y perra, 
y un buen día todos me dieron de palos. 
Me vieron humilde, lamía las manos 
y los pies. Seguía tus sagradas leyes, 
todas las criaturas eran mis hermanos: 
los hermanos hombres, los hermanos bueyes, 
hermanas estrellas y hermanos gusanos. 
Y así, me apalearon y me echaron fuera. 
Y su risa fue como un agua hirviente, 
y entre mis entrañas revivió la fiera, 
y me sentí lobo malo de repente; 
mas siempre mejor que esa mala gente. 
y recomencé a luchar aquí, 
a me defender y a me alimentar. 
Como el oso hace, como el jabalí, 
que para vivir tienen que matar. 
Déjame en el monte, déjame en el risco, 
déjame existir en mi libertad, 
vete a tu convento, hermano Francisco, 
sigue tu camino y tu santidad. 



El santo de Asís no le dijo nada. 
Le miró con una profunda mirada, 
y partió con lágrimas y con desconsuelos, 
y habló al Dios eterno con su corazón. 
El viento del bosque llevó su oración, 
que era: Padre nuestro, que estás en los cielos...

San Francisco de Asís y el lobo de Gubbio

RUBEN DARIO

https://youtu.be/u9qV3_XnDFM