Entrada destacada

Cartas de los Mahatmas-fragmentos

Uno de  los  Maestros  dijo  que,  en  el  mundo  de  hoy,  donde  se  encuentran  tan  pocos  que  tengan   deseos   desinteresados  p...

miércoles, 19 de abril de 2017

La Contaminación (Los contaminantes y los Contaminados)

Resultado de imagen de imagenes naturaleza bonitas

La Naturaleza es un macrobios admirablemente pensado y calculado para que las interacciones de sus componentes mantengan un equilibrio, una ecológica armonía, en donde puedan convivir todos sus elementos, en sus diferentes características de vivencia y supervivencia activa, en todas sus dimensiones. Durante millones de años se mantuvieron -reguladas por aún misteriosos mecanismos simbióticos- la pureza de sus aguas, del aire, la naturaleza de las piedras, las proporciones de calor y radiación. Correcciones periódicas, como ser las glaciaciones, los hundimientos y traslaciones de casquetes continentales, la oscilación de los polos, mantuvieron posibilidades aceptables de vida y evolución, así como de selección perfeccionante.

Pero el Hombre, en el último siglo, entregado a una alienación transformista, ebrio de producción y de consumo, obsesionado por un pseudo-confort material, ha modificado poco a poco las condiciones y el equilibrio se está perdiendo. La acumulación de los subproductos de una actividad irracional, en donde el movimiento ya no es un medio para llegar a alguna parte sino un fin en sí, pudre las aguas, tala los bosques, envenena los aires. Si aquello de que la "actividad es la ley de los niños" es cierto, jamás fue el hombre tan niño como lo es ahora.

La señal de alarma la dieron los científicos hace medio siglo, pero ya ha entrado en el conocimiento público las características del peligro y, por todo el mundo se alzan voces que protestan contra esta contaminación incontrolada. 

Pero aunque intelectualmente estos peligros los conocemos todos, existe sin embargo otro mayor, aunque obedece al mismo fenómeno universal. Es la contaminación moral e intelectual, que también aparece como subproducto de nuestra civilización técnica, materialista e infantil...por no decir "minusválida"

Así como al hombre actual le encantan las explosiones nucleares, el verter océanos de gases en la alta atmósfera para llegar una hora antes a un lugar en el cual no se sabe qué hacer en el primer día, o llamar a las chimeneas humosas "catedrales del trabajo", también gusta -con un masoquismo colectivo digno de mejor estudio- de la literatura y las películas de cinematografía pornográficas, de la guerrilla caótica y del ennegrecimiento de las costumbres.

No sólo descubrimos suciedad en los ríos y mares, sino también en las hirsutas melenas de los hippies, que por paradojas son los que más claman contra la contaminación-, en las ropas ásperas y desflecadas, en las corrientes anarquistas, que son formas de putrefacción de la sociedad.

El fenómeno de contaminación se nos muestra entonces como teniendo raíces psicológicas, intelectuales, morales e ideológicas. No sólo contamina el desaprensivo industrial...

La contaminación y sus peligros son totales. La reacción sanitaria debe ser total. Urge una nueva forma de vida, pero ella no se dará por simples cambios de apariencia, sino por la promoción de un ser humano más digno, más noble, más bueno. Como señalaba Platón hace 2.500 años, el problema es educacional y político, en el sentido filosófico de estos términos. Los anticuerpos contra esta "septicemia" universal existen, están en la propia naturaleza del Alma del Hombre. Pero deben ser puestos en funcionamiento a tiempo y enérgicamente. Se nos va en ello la vida, no sólo física, sino espiritual.


fragmentos de 
Jorge Angel Livraga Rizzi
1976

viernes, 14 de abril de 2017

La Biología de la Transformación-Naciones y órganos

Resultado de imagen de imagenes de la tierra



"La unidad no significa uniformidad. Una célula hepática no se parece ni física ni funcionalmente a una célula muscular, que, a su vez, tampoco se parece en nada a una célula nerviosa. Las células, aunque forman un todo funcional, se subdividen gracias a límites en las comunidades que nosotros distinguimos como órganos o tejidos. Cada comunidad posee una tarea, un talento o una misión que apoya la supervivencia del cuerpo.

Cada nación o cultura del globo es el equivalente a un órgano o tejido, del superorganismo al que nos referimos como humanidad. A la manera en que cada sistema orgánico contribuye a la economía corporal, cada nación contribuye a la economía de la humanidad.

Tal vez las células que pueblan un órgano tengan un aspecto diferente y se rijan por normas distintas que sus células vecinas del órgano de al lado, pero es que ¡el valioso trabajo que realizan está mucho más relacionado con sus diferencias que con sus similitudes!

Hoy en día, en todo el globo, los países se ven entre sí como rivales, y muchas naciones están concentradas en hacer que otras desaparezcan. Si ese comportamiento se diera en el cuerpo, tus sistemas internos formarían bandos con la intención de aniquilar un órgano o tejido en particular ¿Cual de tus órganos preferirías que desapareciera? ¿Qué impacto tendría eso en tu capacidad para prosperar o para sobrevivir?"




fragmento de LA BIOLOGÍA DE LA TRANSFORMACIÓN
Dr. Bruce H. Lipton

jueves, 13 de abril de 2017

El Camino a la Realidad Espiritual



"La humanidad ha estado siempre empeñada en buscar lo que le satisface; búsqueda que más tarde se dirige hacia lo que promete ser real, permanente y duradero. En las primeras etapas, cada uno lo busca en numerosas formas de gratificación mundanas; en el poder y la posición; en comodidades físicas, emocionales y mentales, de diferentes clases; en librarse del tedio por medio de excitaciones periódicas; en sistemas, fes y prácticas que prometen seguridad aquí y en el más allá; en toda clase de cosas que ofrecen un escape y un olvido del dolor, de las dificultades, problemas y responsabilidades.

En cada uno de esos puntos, se busca la Realidad en lo que se imagina que puede dar el máximo estremecimiento de felicidad y la satisfacción más duradera. Pero una y otra vez el individuo encuentra que esas cosas a las que se ha aferrado, son en verdad falsas y engañosas y acaban por no satisfacerlo más.

Sus creencias no lo han conducido sino a refugios temporales y a creaciones mentales, islas en la corriente del progreso, islas de seguridad, de aislamiento y diversas formas de mantenimiento del "yo". Por fin llega un momento en que lo que el mundo tiene que ofrecerle, y todas las creaciones de la mente, cesan de satisfacerle, y el individuo empieza a buscar una Realidad que esté fuera de la naturaleza de las experiencias que ha tenido, de las gratificaciones que han resultado tan transitorias y desilusionantes.  Sin embargo, es solamente en una etapa comparativamente tardía de su evolución que el individuo empieza a contemplar seriamente la posibilidad de que exista algo desconocido y diferente a lo que hasta entonces ha experimentado. Piensa en algo Real como diferente a lo irreal.

Pero ¿qué es la Realidad? ¿Es un conocimiento directo de primera mano, una experiencia de alguna relación primordial entre el Espíritu y la materia, del estado de algo Absoluto en medio de lo relativo, de algo que conecta el origen con el fin? ¿Es una Verdad, un Principio, un estado de conciencia en el que hay una integración de los tes elementos; el conocedor, el conocer, y el objeto del conocimiento?

¿O es la esencia de todas nuestras experiencias en cada nivel; un estado de unión con todo lo que sentimos separado de nosotros; una felicidad no dentro del tiempo sino en la Eternidad; un amor elevado a la máxima potencia; un estado en el que todo el proceso universal y uno mismo se perciben en términos distintos a los que ahora comprendemos, y desde una dimensión completamente nueva?

De alguna manera, tiene que ser TODAS esas cosas, e infinitamente más de los que estas palabras nos dicen, y más de lo que jamás podemos adivinar ahora."



fragmentos de EL CAMINO A LA REALIDAD ESPIRITUAL
N. Sri Ram

lunes, 10 de abril de 2017

¡Nos habéis defraudado! ¿El Siglo de la justicia y la paz?


"Mucho más tarde supe de los campos de concentración de los horrores de la guerra, de las ciudades arrasadas y, por fin, de las bombas atómicas...que el idolatrado Einstein había ayudado a construir.

Cuando se probó en el Atolón de Bikini la primera bomba de Hidrógeno, y corría el rumor de que por estar el Planeta lleno de ese elemento, podría desencadenarse una explosión que sería el fin del Mundo, me encontraba junto a la radio y escuché su rugido terrible, repetidos estruendos en uno solo.

Y ví por la TV la llegada del primer Hombre a la Luna; su inolvidable huella en el polvo cósmico. Y no hace mucho, visité Texas un museo donde están el Apolo XI, los trajes utilizados, trozos de roca lunar. Todo... ¿para qué? Ni se siguió viajando a la Luna ni eso favoreció a un Mundo cada vez más conflictivo y hambriento. Después lo supe, el caso era quien llegaba primero, si USA o la URSS. Una mera competencia para amedrentar al enemigo, un antecedente de lo que luego se llamaría impropia y vanidosamente "Guerra de las Galaxias", que acabó en las interminables colas para comprar patatas podridas y en los sofisticados sistemas que permiten matar a un hombre sin verle ni siquiera la cara...y que nos asusta porque amenaza con un fusil, detrás de una palmera o de las ruinas de un retrete.

Los nuevos explosivos plásticos sirvieron para matar cobardemente. Los paracaídas se reservaron para los aviones de guerra.

En algunos lugares del Mundo se arrojan alimentos al mar para mantener los precios, mientras que en otros mueren millones de seres humanos de hambre.

Ya no elegimos ni la bebida, ni la comida, ni las ropas. Los "Amos de la caverna" como los hubiera llamado Platón, lo hacen por nosotros. Vuelven los racismos de todos los colores, y aún dentro de un mismo color, pues el tribalismo cavernario ha regresado de la mano de la reutilización de gases asfixiantes para exterminar pueblos enteros, esos gases que fueron prohibidos por la Convención de Ginebra hace 70 y tantos años y que ni lo locos que desencadenaron la 2ª Guerra Mundial se atrevieron a usar.

Uno produce...veinte especulan...uno consume

El Estado es un socio para las ganancias, jamás para las pérdidas. Y a la hora de la verdad, importa más una tarjeta de crédito que una vida. El que es pobre, no encontrará ni una cama limpia donde morir.

Y todos contentos pues tenemos democracia, leyes, multitud de asociaciones benéficas y los debates en la ONU. Y todos contentos porque nos han  vuelto locos y nos reímos de nuestras desgracias. En las fotografías siempre todos sonrientes.

A Dios lo echaron de las iglesias el interesante tema de los preservativos, de las sinagogas el problema de las barbas; y de las mezquitas la prevención de que las mujeres no muestren la suela del zapato ni usen gafas de sol. Muchos budistas se hicieron guerrilleros, los brahmanes adoran el trasero de las vacas y el ideal del Shinto se reemplaza por mejores aparatos electrónicos.

Confucio lee a Mao.

Se profanan las tumbas. Se desentierra a los enterrados y se tiran los bebés a la basura. A los abuelos se les abandona en las gasolineras. Al fiel perro que lamía las manos de sus amos le espera una patada que lo arroje de un coche en marcha, pues molesta en las vacaciones.

¡Cómo nos habéis defraudado!

¿Este era el maravilloso siglo XX? ¿El Siglo de la justicia y la paz?

Y ahora que estamos locos, que se abre sobre nuestras cabezas el cielo para dejar pasar sus mortíferos rayos, y que la tierra, el aire y el agua apestan, ¿nos dejaréis hacer Filosofía, buscar la Verdad esté donde esté? ¿Creer de nuevo en Dios, pues es lo único evidente de este mundo?

¡Nos habéis defraudado!"



Jorge Angel Livraga Rizzi- 1990
fragmentos del artículo: NOS HABEIS DEFRAUDADO