"Es obvio y evidente que el mundo actual, como si fuese un viejo reloj oxidado, está atrasando sus horas, y poco a poco notamos que hay una paralización, sobre todo en los valores humanísticos; que el hombre desencadena cada vez más violencia, más tensión, más oposiciones y que hace falta, entonces, superar esta crisis con la misma fuerza con que se han superado todas las crisis históricas, o sea, con la FUERZA DEL ALMA, CON LA FUERZA DEL ESPIRITU, CON LA FUERZA DE LA RAZON, CON LA FUERZA DE LA VOLUNTAD, CON LA FUERZA DEL AMOR. ¡Lo vamos a pasar en base a nuestro corazón, en base a nuestra fe y a nuestra determinación interior!
El día que descubramos que, más allá del número, existe una esencia, existe una fuerza, existe un poder, reconstruiremos este mundo que estamos perdiendo y lo reconstruiremos mejor.
El Hombre ha iniciado una marcha hacia sí mismo, el hombre ha iniciado una marcha hacia su interioridad, o sea, el encontrarse consigo mismo y el resumir las fuentes de la vida. En el Hombre que viene, vuelven a renacer otra vez, volverán a reafirmarse el sentido del valor, el sentido de la generosidad, el sentido de la dación.
Debemos tener un coraje y un corazón generoso, algo que se dé a los demás; debemos hacer un culto a la Verdad, no a la hipocresía, a la Verdad, a la mano abierta, a la palabra dicha espontáneamente.
Debemos aprender de la Naturaleza, amigos, debemos aprender simplemente de la Naturaleza".
Extraído de una conferencia dictada por el Prof. Jorge A. Livraga en el año 1976
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