que no nos debemos preocupar.
Dos días que se deben guardar
Dos días que se deben guardar
libres de miedo y ansiedad.
Uno de esos días es ayer.
Ayer, con sus equivocaciones y pesares,
sus faltas y confusiones, sus dolores y tristezas.
Ayer ha pasado para siempre, fuera de nuestro control;
y todo el dinero del mundo
Uno de esos días es ayer.
Ayer, con sus equivocaciones y pesares,
sus faltas y confusiones, sus dolores y tristezas.
Ayer ha pasado para siempre, fuera de nuestro control;
y todo el dinero del mundo
no podría cambiar ni una cosa
que hayamos hecho, ni podemos borrar una palabra.
Ayer ya pasó.
El otro día sobre el que no debemos
que hayamos hecho, ni podemos borrar una palabra.
Ayer ya pasó.
El otro día sobre el que no debemos
de preocuparnos es mañana.
Mañana, con sus posibles adversarios, sus problemas,
sus promesas grandes y sus pequeños logros.
Mañana volverá a salir el sol, ya sea en esplendor
o detrás de una máscara de nubes, pero subirá.
Hasta que llegue no tenemos parte en mañana,
pues aún no ha nacido.
Y solo queda un día: HOY.
Cualquier hombre puede pelear la batalla de un solo día.
Cuando nos cargamos con esas
Mañana, con sus posibles adversarios, sus problemas,
sus promesas grandes y sus pequeños logros.
Mañana volverá a salir el sol, ya sea en esplendor
o detrás de una máscara de nubes, pero subirá.
Hasta que llegue no tenemos parte en mañana,
pues aún no ha nacido.
Y solo queda un día: HOY.
Cualquier hombre puede pelear la batalla de un solo día.
Cuando nos cargamos con esas
horripilantes eternidades:
Ayer y Mañana, entonces nos derrumbamos.
No es la experiencia de hoy
Ayer y Mañana, entonces nos derrumbamos.
No es la experiencia de hoy
que vuelve locos a los hombres,
sino la amarga culpa, algo que sucedió ayer,
y el miedo de lo que traerá el mañana.
Vivamos pues, tan solo un día a la vez,
y dejemos confiadamente a Dios todo lo demás.
Autor desconocido
sino la amarga culpa, algo que sucedió ayer,
y el miedo de lo que traerá el mañana.
Vivamos pues, tan solo un día a la vez,
y dejemos confiadamente a Dios todo lo demás.
Autor desconocido
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