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lunes, 28 de abril de 2008

LOS FUEGOS DE BELTAINE


Dentro del ciclo anual, los celtas tenían distintas festividades que se correspondían con los movimientos del sol, como los de la luna. Así aunque festejaban los equinoccios, y los solsticios, sus fiestas importantes estaban situadas en los puntos centrales de cada estación, estando relacionadas siempre con el fuego. A la cruz latina de la división solar se superponía el aspa de los festivales lunares del fuego, cada uno de los cuales se celebraba en la luna llena. Así tenemos el 31 de octubre a Samhaim, el 31 de enero a Oimlec, el 30 de abril el Beltane o Beltaine, y el 31 de julio a Lughnasad.

El Samhain y el Beltain eran los dos festivales principales, pues dividían el año en dos partes; el invierno y el verano. Se consideraba que ambos festivales eran los momentos más adecuados para comunicarse con el Otro Mundo. Se creía que en aquellas noches estaban abiertas las puertas del sidhe. El año comenzaba con el Samhaim y representaba el inicio de la época de las sombras, del frío intenso, del paso al inframundo. Por el contrario en mayo se festejaba el Beltaine, el inicio de la luz, de la renovación, los brotes dan paso a la época de fertilidad, si el Samhaim estaba relacionado con la muerte el Beltaine lo estaba con la vida. La liberación del encierro invernal anunciaba celebraciones de tipo extático. Al abrirse las puertas del sidhe, esta noche también era una de las indicadas para las fiestas de las hadas.

Esta renovación, se veía plasmada en el propio fuego del Beltaine. Durante meses el fuego se había trasladado de un hogar a otro, sin que llegara nunca a consumirse, pero en el Beltaine, la propia renovación espiritual se relaciona con la nueva llama surgida de las nueve maderas sagradas. Todos los hogares consumían sus últimas llamas, transformadas en cenizas, todo se apagaba y se encendía una nueva hoguera comunal con una rama de cada una de las nueve maderas sagradas, que servía de fuente renovada para encender los hogares para el año siguiente. Para los celtas el 3 era un número sagrado y 3 veces 3 representaba el “sumum matemático, era el símbolo del todo, así cuando escogían nueve maderas era una manera de hacer partícipe a toda la naturaleza en ese fuego de renovación. Por lo tanto la elección de esas maderas debería hacerse entre aquellas que, geográficamente hablando más influencia tenían en la vida del poblado, las mas cercanas. La coscoja, la encina, el roble, el espino blanco, el pino, el haya, el álamo, el fresno y el tejo inmolaran una de sus ramas en la renovación del fuego del Beltaine. Cada uno son arquetipo de alguna característica humana, pero todos como árboles que son, nos recuerdan la forma de afrontar la vida de la cultura celta. Por un lado aconseja mantener la vista puesta en las alturas, lanzar sus brazos, que son sus ramas, hacia el cielo como símbolo de espiritualidad, pero a la vez hincan sus raíces en el suelo, sin perder la visión de la realidad, amarrado a la tierra que les da de comer.

LA NOCHE DE BELTAINE (30 Abril)


La noche de Beltaine, la noche consagrada al dios del fuego Belenos. Una fiesta que se celebró a lo largo de toda la Europa celta con distintos nombres y rituales. Posiblemente en Iberia se la conociera como la noche de Belenios. Y de su culto ancestral tenemos hoy numerosas muestras en nuestras tradiciones populares, como pueden ser los famosos árboles de Mayo. tradición popular por ejemplo en determinadas zonas de Castilla León, o quizás la menos popular tradición de la quema de “monigotes” el 1 de Mayo, también presente en numerosos pueblos de las zonas sobre todo de las Castillas y Asturias. Que bajo la nueva forma de algún personaje indeseable sacado de las mitologías del pueblo, ladrones, violadores o asesinos que nadie recuerda, pero que todos conocen como tradición popular, y que en tiempos remotos sembró el terror en la localidad. Y cuya figura, representada ahora por un monigote, se quema en publico en la plaza el día del 1 de Mayo. Tradición esta que oculta realmente reminiscencias de ese viejo culto ancestral celta de la quema del hombre de mimbre. Bajo cuyo simbolismo se ocultaba el comienzo y la quema de las cosas malas ya pasadas. La purificación, una ofrenda a los dioses del fuego. Y naturalmente que mejor sacrificio a los dioses del fuego que una ofrenda bajo las llamas. Y dependiendo de cómo hubiera pasado el año, así de importante tendría que ser el sacrificio. Por que sabemos que esos hombres de mimbre, en su interior huecos, albergaban las ofrendas de los celtas.

El nombre de Beltaine significa “fuego de Bel” o “bello Fuego”. Otro de los rituales de esta noche era el de encender hogueras y pasar al ganado por entre las mismas, o que los guerreros saltaran por encima del fuego con el fin de purificarse para la temporada que comienza.

Pero Beltaine, no era tradición única de los pueblo celtas. Otra de las raíces de tan singular noche hay que buscarla en las fiestas griegas dedicadas al dios Apolo, que se celebraban en el solsticio de verano encendiendo grandes hogueras de carácter purificador. Los romanos, por su parte, dedicaron a la diosa de la guerra Minerva unas fiestas con fuegos y tenían la costumbre de saltar tres veces sobre las llamas. Ya entonces se atribuían propiedades medicinales a la hierbas recogidas en aquellos días.

El Día de Mayo -May Day- está en el punto medio entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano e inicia el quinto mes del calendario moderno. Este mes es nombrado así en honor de Maia, originalmente una ninfa griega de las montañas, que después se identifica con la más hermosa de las Pléyades, o Siete Hermanas, quien es madre de Hermes, el dios de la magia hijo de Zeus. Ahora la Diosa representa a la tierra y el Joven Dios le expresa su amor.

Viendo la importancia que tenia no solo la fiesta de Beltaine bajo sus distintas formas, si no lo que en si representaba, que no era más que la fertilidad de la tierra en si. Los católicos en la edad media no dudaron en satanizar dicha fiesta y determinadas tradiciones de la misma, al considerarlas inmorales y atroces. Y así fue que durante la edad media se cambio la fiesta de las cosechas del mes de la Ninfa Maia (posible reminiscencia matriarcal) y del dios del Fuego Belenos, por el de la Santa Cruz, que es el nombre impuesto por la iglesia medieval para atraer a la gente hacia el crucifijo (la cruz, que era un instrumento de muerte romano) y alejarlos del Palo De Mayo (el lingham pagano, que es símbolo de la vida), y que representa la sexualidad masculina.


Según el investigador pagano Mike Nichols, debido a los cambios calendáricos, se puede decir que la fecha tradicional no es la misma que la fecha astrológica, ya que, como toda fecha determinada astronómicamente, puede variar uno o dos días dependiendo del año. se puede calcular en base a el día en que el sol está a 15 grados de Tauro, lo que significa que Beltaine puede ser celebrado desde la noche del 30 hasta el 5 de mayo... Esta fecha es considerada un Punto de poder en el Zodiaco, siendo su símbolo el Toro, una de las figuras tetramorfas representadas las cartas de El Mundo y La Rueda de la Fortuna del Tarot y que los astrólogos reconocen como los cuatro signos fijos, Tauro, Leo, Escorpión y Acuario, que curiosamente se alinean con los cuatro Grandes Sabbats o Festivales Ígneos. Y también es el Toro uno de los animales totémicos de los pueblos ancestrales. Adorado desde la Mesopotamia hasta la Iberia. Símbolo de fuerza y de fertilidad. Por lo cual no es de extrañar que sea esta, la noche de Beltaine un tiempo relacionado con la fertilidad de la tierra.

Recopilado de Internet (varios autores)

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