Un hilo de continuidad une todas las formas de amor, de modo que las diferencias se basan más en el objeto amado y en la calidad del amor mismo que en la esencia básica. Sabemos que cuando una persona siente amor por otra es capaz de sentir amor por otras cosas en el universo, ya que el centro del amor se halla abierto. Cuando un individuo siente un gran amor por la vida, es capaz de amar todas las cosas.... ¡pues amar algo es el fundamento para amarlo todo!
A veces, confundimos la pasión con el amor porque malinterpretamos la diferencia entre el impulso sexual y el sentimiento. La pasión excita la personalidad. El amor eleva el espíritu.
La pasión es poder. El amor es el único poder que puede vencer a la pasión. Cuando las personas sólo se relacionan por medio de la pasión, pueden experimentar una secuencia volátil de emociones, lanzando al viento todo sentido ético y toda conciencia. El amor es mucho menos excitante, pero tiene un valor inconmensurablemente mayor, porque su esencia es una serena fuerza de sustentación que se alimenta del alma, llenando y suavizando los espacios vacíos del propio ser, aportando al individuo un sentido de plenitud.
Sólo necesitamos experimentar amor para apreciar completamente el propósito divino. El amor empieza allí donde terminan el razonamiento y la lógica. El amor nutre el espíritu y alimenta el alma. El amor es la diferencia que existe entre una nota musical y escuchar la música. Produce una gratitud por la vida que emana del mismo núcleo del alma del individuo, floreciendo en la sensación de que todo va a ir bien. El amor es lo que hace que todas las cosas se acoplen. Se podría comparar con una luz que brilla en el interior de la semilla de la verdad, que proporciona calor e inspiración divina a todos aquellos que sean capaces de percibir su esencia. Es la única fuerza capaz de armonizar al ser humano consigo mismo. Nadie puede experimentar amor por otro y estar en discordancia consigo mismo.
Cuando una persona se completa a sí misma a través del amor por otra, entra en juego un tercer factor. El universo parece inclinarse para realizar y cumplir los objetivos de ambos. Las situaciones difíciles se transforman en fáciles. Los obstáculos desaparecen milagrosamente. Una profunda sensación de sentido empieza a florecer a partir de dos tallos entrelazados hacia una unicidad universal.
fragmentos de : Martin Schulman
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