Esa cruz astrológica cardinal del año, señalaba y señala y señalará mientras el universo exista, las cuatro grandes oleadas de vida derramadas sobre la Tierra, las cuatro fechas místicas del año en las que se basaban las festividades de los antiguos misterios y su completo ritual catártico o de purificación.
La tétrada o tetractys sagrada, corresponde a cada uno de los brazos de la gran cruz mencionada, trazada sobre la gran rueda zodiacal, cuando el Sol pulsa los cuatro signos de acción: Aries, Libra, Cáncer y Capricornio, en el inicio de los equinoccios y los solsticios que dan nacimiento a las cuatro estaciones; primavera, verano, otoño e invierno
Cuando Pitágoras en sus “versos” llama a esa cruz celeste, “inmenso y puro símbolo”, glosa tácitamente aquellas ocultas celebraciones rítmicas que los pitagóricos aplicaron a su vida integral. “Inmenso” se refería a su sentido cósmico. “Puro” es el adjetivo referente a las catarsis o purificaciones mencionadas durante tales periodos. El mismo “verso" termina con la palabra clave; “Símbolo”.
A estos períodos rituales de purificación se refería Platón en su “Timeo” : “El cuerpo donde afluye y del cual mana una oleada initerrumpida de vida, ellos (los dioses) introducen los movimientos periódicos del alma inmortal”.
Esos cuatro ritmos anuales, se celebraban en el seno de los misterios desde tiempos antiquísimos, ya que la astrología esotérica era la ciencia que los regulaba, como regulaba e inspiraba la vida toda de las sociedades primitivas.
Josefina Maynade
La tétrada o tetractys sagrada, corresponde a cada uno de los brazos de la gran cruz mencionada, trazada sobre la gran rueda zodiacal, cuando el Sol pulsa los cuatro signos de acción: Aries, Libra, Cáncer y Capricornio, en el inicio de los equinoccios y los solsticios que dan nacimiento a las cuatro estaciones; primavera, verano, otoño e invierno
Cuando Pitágoras en sus “versos” llama a esa cruz celeste, “inmenso y puro símbolo”, glosa tácitamente aquellas ocultas celebraciones rítmicas que los pitagóricos aplicaron a su vida integral. “Inmenso” se refería a su sentido cósmico. “Puro” es el adjetivo referente a las catarsis o purificaciones mencionadas durante tales periodos. El mismo “verso" termina con la palabra clave; “Símbolo”.
A estos períodos rituales de purificación se refería Platón en su “Timeo” : “El cuerpo donde afluye y del cual mana una oleada initerrumpida de vida, ellos (los dioses) introducen los movimientos periódicos del alma inmortal”.
Esos cuatro ritmos anuales, se celebraban en el seno de los misterios desde tiempos antiquísimos, ya que la astrología esotérica era la ciencia que los regulaba, como regulaba e inspiraba la vida toda de las sociedades primitivas.
Josefina Maynade
No hay comentarios:
Publicar un comentario